Periodismo comprometido


Rosa Maria Calaf y Lucía Mbomio, dos de las periodistas de viajes más importantes en el área de periodismo, han sido las encargadas de dirigir la última conferencia de esta VII Jornada de comunicación, Viajes y aventuras. Ambas han protagonizado un discurso muy reivindicativo a favor de las personas. Una lucha por la igualdad entre mujeres y hombres en la que ellas dos son pioneras en esta profesión, además de contarnos algunas de sus múltiples aventuras y experiencias vividas a través de los numerosos viajes y años de profesión.




Fuente: Arnau Cirac



Rosa Maria Calaf

“No es una lucha a favor de las mujeres o los hombres, o los negros o blancos, es una lucha a favor de las personas”

La longeva periodista ha visitado prácticamente todo el mundo: en su particular nómina figuran más de 170 países distintos, y unicamente 13 por visitar. Empezó a viajar muy joven, cuando ni tan solo los hombres lo hacían. Esto es lo que le ha permitido estar en tantos países. Rosa Maria Calaf ha realizado una crítica tanto al trato que reciben las mujeres en el periodismo, como a la calidad que tiene actualmente este.

A lo largo de la conferencia ha alzado constantemente el papel fundamental que juega la mujer en el periodismo, poniendo de manifiesto las distintas injusticias que ella misma ha vivido por el simple hecho de ser mujer. Antiguamente, de forma inconsciente, sus compañeros solo se fijaban en su forma de vestir, sin hacer caso al contenido que ella generaba. Esta situación cambió gracias a su astucia, ya que empezó a realizar los mismos comentarios que a ella le hacían sus compañeros. "Qué bonita corbata llevabas en el reportaje”, le dijo a uno de ellos quedando éste sorprendido y comprendiendo lo frustrante que era para ella cuando solo se fijaban en su forma de vestir y no en el contenido que creaba.

“Siendo mujer tienes que ir con una actitud mucho más cuidadosa”, siendo esta una de las peores situaciones que puede vivir una mujer periodista. Es inadmisible que por ser mujer tengas que ir con pies de plomo al preguntar o grabar. “Tienes una capacidad de movimiento distinta si eres hombre o mujer incluso aquí, estamos en una situación de injusticia”.  Cabe destacar que Calaf no únicamente ha explicado las partes malas. Ha querido dar un ejemplo del hecho de que ser mujer también le ha beneficiado al realizar su faena. En los temas donde se involucran mujeres es mucho más sencillo entrar para ellas que para los hombres.

En su discurso también ha criticado el estado del periodismo. “El periodismo actualmente se dedica en contar prácticamente lo malo, y no lo bueno”, ha declarado acerca de la situación en la que se encuentra esta profesión. “Los periodistas tenemos que contar lo que pasa a la gente y hacer de puente entre sitios distantes y distintos”, además de declarar que las nuevas generaciones de periodistas no pueden ser políticamente correctas, ya que la información políticamente correcta no es considerada información; el periodista tiene que aportar los datos para generar periodismo de calidad.
Para finalizar, ha alentado a las jóvenes personas que están estudiando periodismo a hacer cosas y moverse ya que “no está todo hecho, y desde el periodismo tenemos la obligación de tenerlo muy presente, porque si no, será imposible hacer periodismo de calidad”.





Lucía Mbomio

“Cuando perteneces a distintos mundos es difícil que te reconozcan en ninguno de los dos”

La periodista española con padre ganés ha pisado tierra en 38 países a lo largo de su vida. Para ella, esto ha sido consecuencia de una búsqueda en sí misma. Como mujer negra nacida en Madrid empezó a viajar gracias a su padre, que la llevó al país más cercano que se podía permitir. Marruecos fue el elegido, pese a no parecerse a Guinea, el país de origen de su progenitor. Además de luchar a favor del feminismo en la profesión, Lucía ha tenido que luchar contra los distintos estereotipos que crea la gente al ver su color de piel. En alguna ocasión ha tenido que soportar que, tras ser ella misma quien contactase con una fuente, al llegar para hablar o entrevistarle, este se dirigiese al cámara simplemente por ser hombre.

Uno de los pensamientos más relevantes que ha destacado Mbomio es el que dice que las patrias, a veces, no coinciden con las fronteras reales. Esto se puede relacionar con el sentirse en casa en muchos sitios: se trata de sentimientos, y no de objetos físicos. El ejemplo que ha querido dar fue su viaje a Portugal, justo al lado de Badajoz. En este caso, había traspasado una frontera, pero esa estaba puesta de forma cultural. Pese a encontrarse a escasos kilómetros, no se parecía en nada.


Lucía ha contado cómo fue una de las decisiones más arriesgadas pero a la vez acertadas que ha tomado en su vida: la de dejar el programa que tenía en TVE “Españoles por el mundo” para ir a trabajar y vivir a Guinea, a sus orígenes paternos. Allí practicó un periodismo distinto, mientras a la vez se conocía a ella misma en Malabo. Mbomio ha declarado que “el mejor periodismo que he realizado, el más sutil, probablemente sea el que hice en Guinea Ecuatorial, y es una dictadura”. El periodismo que allí realizaba se basaba en subirse a un taxi y hablar con la gente. “Al volver a la tele en España me percaté de que no se cuenta todo lo que a mí me gustaría contar”.

Por último, ha realzado las diferentes ventajas e inconvenientes que uno se encuentra al viajar con la misión de hacer periodismo. Cosa que ella siempre hace incluso cuando está de vacaciones, y por ese mismo motivo les llama “trabajaciones”, ya que ha contado que siempre encuentra alguna cosa o hecho que obliga a su espíritu de periodista a salir de la cueva y realizar material. En lo bueno ha puesto claramente el presupuesto y recursos de los que dispone. El ejemplo más claro que ha mostrado es sobre un viaje realizado por ella a Sao Paulo, donde sobrevolaron toda la ciudad con helicóptero, imposible de hacer si no fuesen con el respaldo del medio de comunicación público. Además, Lucía ha destacado que yendo a tantos sitios a trabajar aprendes mucho de ellos, y conoces nuevas formas de trabajar. Ha contado que no todo es bueno, sino que también hay una parte negativa: “el tiempo es el peor enemigo del periodista”. Muchas veces es bajar del avión y empezar a grabar, y esto acaba generando mucho cansancio. Para concluir, Lucía ha querido dar un buen consejo al joven público que presenciaba el acto: “Viajad de jóvenes, que todavía tenemos el cerebro blandito y podemos cambiar”.